Los cosméticos han sido parte de la historia de la humanidad desde hace miles de años. A lo largo de los siglos, los seres humanos han utilizado diversos productos y técnicas para mejorar su apariencia y proteger su piel. La historia de los cosméticos es rica y variada, llena de sorpresas y descubrimientos.
En la antigüedad, los cosméticos eran utilizados principalmente por los egipcios. Las mujeres y los hombres egipcios utilizaban una amplia variedad de productos para el cuidado de la piel y el cabello, incluyendo aceites, ungüentos, perfumes y maquillaje. El kohl, un polvo negro hecho de plomo, antimonio y otros ingredientes, era muy popular para delinear los ojos y hacerlos parecer más grandes y brillantes.
En Grecia y Roma, los cosméticos también eran muy populares. Los griegos utilizaban aceites y ungüentos perfumados para el cuidado de la piel, mientras que los romanos utilizaban polvos y cremas para el maquillaje y la limpieza facial. En el siglo XVI, los cosméticos se hicieron más populares en Europa, y se comenzaron a producir en masa. En este momento, el maquillaje se utilizaba principalmente por la aristocracia, y se consideraba una señal de estatus.
Durante la era victoriana, los cosméticos se hicieron más populares en la sociedad en general. Las mujeres comenzaron a utilizar maquillaje para cubrir imperfecciones y realzar su belleza natural. También se crearon nuevos productos, como cremas hidratantes y protectores solares. A finales del siglo XIX, se crearon las primeras empresas de cosméticos, como la francesa Coty y la estadounidense Elizabeth Arden.
En el siglo XX, los cosméticos se fueron profesionalizando y especializando cada vez más. Las empresas comenzaron a crear productos para todo tipo de piel y necesidades, y se centraron en la publicidad y el marketing para atraer a los consumidores. La industria de los cosméticos se ha expandido rápidamente en los últimos años, y ha llevado a nuevos descubrimientos y avances en la tecnología de los cosméticos.
Hoy en día, los cosméticos son una parte esencial de nuestra rutina diaria y las mujeres usamos en media unos 15 cosméticos (desde la pasta de dientes hasta la laca de uñas). Los productos de cuidado de la piel, maquillaje y fragancias están disponibles en una amplia variedad de opciones y precios, lo que permite a los consumidores encontrar los productos que mejor se adapten a sus necesidades y presupuestos.
Sabemos que es bastante atrevida nuestra propuesta pero en Método R deseamos volver a los orígenes. Ofrecer cosméticos más sostenibles, simplificar no sólo la rutina cosmética pero todos los procesos, optando por proveedores de cercanía y fabricación local. Poniendo mucho más esfuerzo en las fórmulas que en el marketing y la comunicación, usar únicamente los activos que han demostrado en numerosos estudios científicos que realmente funcionan y hacer cosméticos más centrados en la salud que en un ideal de belleza.
La historia de los cosméticos es larga y preciosa. Desde la antigüedad hasta nuestros días, los seres humanos han utilizado productos para mejorar su apariencia y proteger su piel. La industria de los cosméticos ha evolucionado enormemente a lo largo de los siglos, y hoy en día, es una parte esencial de la vida diaria de muchas personas en todo el mundo. Y el papel de Método R es intentar aportar un poco de sentido común y paz al sector.